sábado, 17 de octubre de 2009

La astronomía, una ciencia en continua renovación


La astronomía es a la vez la ciencia que estudia el universo material y la ciencia que estudia el universo viviente, la ciencia de los mundos, y la ciencia de los seres, la ciencia del espacio y la ciencia del tiempo, la ciencia del infinito y la ciencia de la eternidad.

Las teorías cosmológicas más antiguas que se conocen datan del año cuatro mil A.C. y son las de los pueblos mesopotámicos, que creían que la Tierra era el centro del Universo, y que todos los demás cuerpos celestes giraban alrededor de ella. Algunos clásicos como Aristóteles y el astrónomo griego Tolomeo, explicaban que las estrellas se movían de noche porque estaban fijas en esferas cristalinas rotatorias.

Por su parte el astrónomo griego Aristarco de Samos alrededor del año doscientos setenta A.C. sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol. Sin embargo, debido sobre todo a la autoridad de Aristóteles, el concepto de que la Tierra era el centro del Universo permaneció inamovible hasta 1543, cuando el astrónomo polaco Nicolás Copérnico publicó sus teorías sobre las revoluciones de los cuerpos celestes.

Copérnico propuso entonces un sistema en el que los planetas giraban en órbitas circulares alrededor del Sol, el cual estaría situado en el centro del Universo. Por tanto este astrónomo atribuía el nacimiento y la ocultación de las estrellas a la rotación de la Tierra sobre su propio eje. Por su parte el astrónomo Johannas Kepler adoptó el sistema copernicano, y descubrió que en realidad los planetas debían girar en órbitas elípticas a velocidades variables, de acuerdo con tres leyes bien definidas (conocidas desde entonces como las leyes de Kepler).

Galileo, el primero en observar los planetas con un telescopio, también rechazó la idea de Aristóteles de que la Tierra era el centro del Universo, y se convirtió en un defensor de la visión copernicana del mundo.

El matemático y físico inglés Isaac Newton demostró por su parte que las leyes de Kepler sobre el movimiento planetario podían derivarse de las leyes generales del movimiento y de la gravitación que el propio Newton había establecido, sugiriendo así que estas leyes físicas eran válidas en todo el Universo.

Hasta comienzos del siglo XX, los astrónomos no conocían con seguridad la naturaleza de lo que describían como nebulosas espirales y elípticas; entonces no se podía determinar si estaban dentro o fuera de nuestra galaxia.

En 1924 el astrónomo estadounidense Edwin Hubble logró descubrir estrellas individuales en algunos de estos objetos, entre ellos, en la famosa nebulosa de Andrómeda. Este astrónomo calculó que la distancia a la galaxia Andrómeda era de novecientos mil años luz, cifra luego corregida a dos millones doscientos mil años luz.

Hacerse una idea muy detallada acerca del Universo, para quien esto escribe y para la inmensa mayoría de la gente, es casi imposible.

La cosmología es la ciencia que entiende sobre el origen y evolución del Universo, y existen varias teorías principales acerca de este asunto.

La más tradicional es la del universo cerrado, que comenzó con el llamado “Big­Bang” o “Gran Explosión”, pero que llegaría a un límite de expansión a partir del cual se empezaría a contraer, avanzando a lo que se denominó el “Big­Crunch”.

Otra posibilidad es que se trate de un universo abierto, en donde aquella explosión primera continuaría su expansión indefinidamente.

Desde comienzos del año dos mil de nuestra era, también se maneja el tema del universo plano, en donde la expansión continuaría pero dentro de parámetros que escapan a las hipótesis anteriores.

Otra teoría nos trae la idea de que el universo se expande y luego se contrae, o sea el universo sería así oscilante o pulsante; cuando llegue al límite de expansión, el crecimiento se detendrá y la fuerza de gravedad unirá otra vez a las galaxias en un solo punto espacial, para luego explotar nuevamente. Esta otra alternativa tiene poco tiempo y ha sido formulada por el científico Penrose y el científico Stephen Hawking. Ambos aproximadamente sostienen las mismas tesis, las mismas cosas, las mismas conclusiones.

Por su parte Hermann Bondi, un profesor de matemáticas austriaco, propuso otra teoría que explica cómo nuevas galaxias se forman en medio de un universo que se expande, para así reemplazar a aquellas que se alejan, por lo que de esta forma se aseguraría que la densidad de materia en el universo permanecería siempre igual, y lo existente en estado permanente de expansión. Esta teoría obviamente se opone a la del “Big­Bang”, pues según esta versión alternativa el Universo tendría una recreación continúa.

Referente a la explosión del núcleo primitivo (huevo cósmico), podríamos decir que habría ocurrido aproximadamente hace unos trece mil o quince mil millones de años, y supuestamente en ese momento habrían nacido a la vez el espacio, el tiempo, la materia, y la energía. Desde el comienzo hasta hace aproximadamente doce mil setecientos millones de años habría sobrevenido la gran apoteosis, y por su parte hace unos once mil millones de años habría nacido la Vía Láctea, y hace cinco mil millones de años habría surgido el Sol, nuestro Sol, junto a nuestro Sistema Solar primigenio. La Tierra según como la conocemos aproximadamente hoy día podría haber surgido hace unos cuatro mil quinientos millones de años, en forma más o menos contemporánea a la Luna, y al resto de los planetas.

Obviamente este artículo cita afirmaciones extraídas de muy diversas fuentes, junto a aportes y aclaraciones del autor.

Una ojeada sobre el universo, una visión simplificada sobre el universo


Los Astrónomos creen que el Universo comenzó hace unos 15.000 millones de años con un hecho conocido como el Big Bang o gran explosión; en ese momento, el Universo era como un simple punto de materia en el espacio, y luego, de repente, comenzó a expandirse.

Así el Universo se desarrolló y toda la materia dentro de él, y se fue creando todo lo que hoy día existe en el espacio.

Según la teoría de la gran explosión, el Universo evolucionó a partir de la explosión de una aglomeración de materia infinitamente densa, lo que dio lugar a su expansión. Al principio el Universo era una locura de actividad, y la materia existía sólo en simples partículas llamadas quarks. Estas partículas se convertían en energía, y la energía luego se convertía quarks. En un determinado momento el espacio se expandió, aumentó su tamaño original, y los quarks quedaron estables (un quark es una partícula subatómica hipotética; se supone que los bariones están formados por tres quarks unidos).

Una millonésima de segundos después del Big Bang aparecieron unas partículas simples llamadas electrones. Los quarks entonces se unieron para formar neutrones y protones. Un protón es conocido como un núcleo de hidrogeno. Más tarde, neutrones y protones se unieron para formar núcleos de helio, y finalmente, los electrones comenzaron a girar alrededor de estos núcleos y los convirtieron en átomos. Después de 300.000 años, le temperatura fue lo suficiente baja como para que se formaran los átomos.

Y después de mil millones de años, las galaxias se empezaban a formar. Las galaxias se volvían elípticas por grandes golpes y sufrían colisiones con otras galaxias.

Millones de años después del Big Bang, se formaron a formar los planetas como los que existen en nuestro sistema solar, el cual está ubicado en una galaxia llamada Vía Láctea.

Actualmente el universo tiene aproximadamente 15.000 millones de años y aún continúa expandiéndose.

Hay muchos tipos de objetos diferentes en el espacio, como por ejemplo filamentos gigantes que están formados por enormes concentraciones de galaxias. Las galaxias son formaciones o aglomeraciones de estrellas.

En la década de 1920, los astrónomos Edwin Hubble y Milton Humason mostraron que el Universo se estaba expandiendo. Estaban estudiando las galaxias, y observaron que la luz de las mismas estaba estirándose. Este estiramiento afecta los colores de luz de las galaxias a través de un fenómeno que se conoce como el cambio rojo. Cuanto más rápido se aleja la galaxia, mayor es este estiramiento.

El señalado estiramiento de luz es causado por la expansión del espacio. Cuanto más se aleja una galaxia, hay más espacio entre nosotros y lo que se expande. El Universo observable es una esfera con un diámetro de 30 mil millones de años luz, y en él hay muchos huecos vacíos. Algunos grupos individuales de galaxias pueden contener varios miles de galaxias.

Las estrellas tienen su órbita alrededor del centro de la correspondiente galaxia. Nuestro Sol está en la Vía Láctea, ubicado en un extremo del espiral de la galaxia. Nuestro Sol contiene en su sistema nueve planetas que lo circundan con gran precisión en órbitas elípticas, y estos planetas son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón.

Obviamente los misterios del Universo son muchos, y aún queda un gran trecho por recorrer para descifrarlo. Dentro de ese camino está la gran masa de materia oscura que crece continuamente dentro de ella, son los famosos agujeros negros (El ogro del espacio).

Claro, queda mucho por decir sobre este tema, pero eso es materia para los expertos. Además y muy posiblemente, son muchos los mundos habitados, en planetas lejanos que orbitan alrededor de soles lejanos, y tal vez, porqué no pensarlo, en universos paralelos y en distintas dimensiones. Cerramos aquí el presenta artículo con este pensamiento, el que seguramente estimulará la imaginación de los lectores.